Chile y su singularidad geográfica


Son muchas las características de Chile como país productor de vino que lo convierten en una región vinícola única y singular. La primera es la extensión del territorio de cultivo, ya que sus viñedos se extienden a lo largo de 4.300 km de largo y sólo 177 km de ancho. La segunda es la presencia del fenómeno meteorológico de El Niño y su influencia en el desarrollo de los viñedos. La tercera es su orografía con la majestuosa cordillera de los Andes. Hablaremos de todo esto en nuestros próximos posts, pero tratemos primero de la enorme extensión de la geografía chilena.   


La orografía de Chile permite cultivar una gran diversidad de tierras con un total de 130.000 hectáreas. De ellas, 96.000 están dedicadas a vinos tintos y 34.000 a blancos. En esta extensa superficie se encuentran los viñedos que comprenden un total de 100 variedades de uva diferentes.  Esto es sin duda una gran ventaja, que se traduce en la gran diversidad de tipos de vino que se pueden elaborar, pero también en una gran complejidad para la viticultura y el tratamiento de la vid, ya que cada región o valle puede ser muy diferente.  Además, es especialmente complejo a la hora de vendimiar, ya que hay que analizar con gran precisión cuál es el momento óptimo para la cosecha, y éste puede fluctuar considerablemente en función de la ubicación y la climatología.  


En el caso de Viña Casa Solís, se eligió una ubicación privilegiada en el Valle del Cachapoal gracias a su cercanía con las regiones y valles más importantes, especialmente el Valle Central ( Maipo, Colchagua, Curicó) y del Valle del Aconcagua (Casablanca). Un área de influencia con condiciones óptimas para que casi cualquier variedad de uva crezca con éxito y que cuenta con una gran variedad de suelos ricos en minerales, además de la existencia de microclimas muy diferentes según la cercanía al mar o a la cordillera. La variedad de uvas que recibimos en nuestra bodega es importante y nos permite elaborar una amplia gama de vinos, especialmente Chardonnay y Sauvignon Blanc para los blancos y Merlot, Malbec, Cabernet Sauvignon, Syrah, Pinot Noir y Carmene para los tintos.  

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